Videoconferencia: ¿se necesita el Call Control en la red?
La mejor respuesta a esta pregunta sería quizás no una sola, si no varias, y deberíamos, en primer lugar considerar el tamaño que tiene nuestra plataforma de videoconferencia.
Si nuestra infraestructura incluyera dos, tres o cuatro endpoints que además comparten protocolos de comunicación, nuestro ecosistema entonces no se verá enfrentado de forma imperiosa a la necesidad de tener un equipo que regule y administre los flujos de comunicación. Videoconferencia: ¿se necesita el Call Control en la red?
La baja cantidad de equipos, y el hecho de que todos hablan el mismo idioma da como resultado un sistema liviano y básico de videoconferencia, que puede ser fácil de administrar, sin la necesidad de un equipo de por medio que tenga que administrarlos en su conjunto. Videoconferencia: ¿se necesita el Call Control en la red?
Pero en la medida en que esta infraestructura va creciendo y complejizando, sumando seis, siete, ocho o nueve equipos de videoconferencia; agregando además una solución de video por software –como Cisco Jabber, o Microsoft Lync-, es entonces cuando su necesidad se vuelve más inmediata.
Al ir aumentando la cantidad de endpoints; integrando con ello soluciones de protocolos distintos que necesitan entenderse entre ellos, la compatibilidad entre todos se va perdiendo de forma muy veloz, y un equipo que pueda unificar las distintas funciones y protocolos de los endpoints, sumado a la posibilidad de designar condiciones de master/slave, de monitoreo, de modificar parámetros sobre las conexiones; de terminar conexiones, y reiniciar enlaces deshechos/fallidos, y más, se vuelve muy necesario en cualquier ecosistema de más de seis (6) endpoints. Videoconferencia: ¿se necesita el Call Control en la red?
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