En medio de la pandemia del COVID-19, las organizaciones se avocan a aumento del uso de videoconferencias: un efecto pandemia.
La crisis del coronavirus ha hecho que la adopción de videoconferencias sea el centro de atención. Con millones y millones de personas trabajando desde casa o sintonizando aulas virtuales, las videoconferencias son la nueva norma a medida que los colegas colaboran de forma remota y las escuelas lanzan iniciativas de aprendizaje a distancia.
En las últimas semanas, los proveedores de videoconferencias han experimentado niveles récord de tráfico de video. Cisco, por ejemplo, dijo a principios de marzo que el tiempo promedio dedicado a las videoconferencias de Webex se duplicó entre los usuarios de Japón, Corea del Sur y Singapur. El proveedor de videoconferencias BlueJeans también informó de enormes aumentos en las actas de reuniones en todo el mundo.
Durante tiempos inciertos, ya sean pandemias o economías inestables, la historia ha registrado aumentos significativos en el trabajo remoto y las videoconferencias. En medio de la Gran Recesión, por ejemplo, las organizaciones recortaron presupuestos y viajes y confiaron en las videoconferencias para realizar su trabajo. Ahora, en medio del coronavirus, las organizaciones vuelven a recurrir a las videoconferencias empresariales.
Los beneficios de las videoconferencias
Para las organizaciones sin herramientas de videoconferencia, el coronavirus y las políticas asociadas de cuarentena, les ha puesto a luchar por los servicios de colaboración adecuados, mientras que para las compañías que ya contaban con experiencia en la materia, el virus les ha obligado a profundizar en su uso y funcionalidades.
La fusión de mensajería y reuniones
A medida que las empresas utilizan herramientas de comunicaciones unificadas (UC) a un ritmo más alto en estos días, pueden darse cuenta de que algunas herramientas son buenas para uso interno entre compañeros de trabajo, mientras que otras son preferidas para comunicaciones externas con socios comerciales y clientes.
Por ejemplo, algunas organizaciones pueden preferir Microsoft Teams para pequeñas reuniones internas, pero usan otra herramienta para reuniones externas o webcasting. Como resultado, las organizaciones pueden tener dos o tres servicios de colaboración.
Cada vez más, se puede ver en el mercado que la brecha entre la colaboración en equipo o la mensajería empresarial y las reuniones está desapareciendo, prediciendo con un 70% de probabilidad que los mercados de mensajería y reuniones web convergerán para fines de 2022. El mercado de UC ya ha visto evidencia de esta tendencia. El proveedor de comunicaciones por video Zoom se lanzó como un servicio de video. Pero, con el tiempo, agregó capacidades de teléfono y chat.
Además, con el fin de ampliar sus plataformas, los proveedores de conferencias web y de video están integrando sus capacidades con aplicaciones de terceros, como Salesforce. Las videoconferencias también se están integrando con las aplicaciones de trabajo diarias, como chat, correo, calendario y CRM.
Las organizaciones deben considerar sus necesidades de comunicación
La era de las tecnologías en la nube generó varias herramientas de videoconferencia. Este mercado puede ser complicado de navegar, ya que los compradores de tecnología empresarial evalúan varios tipos diferentes de herramientas de video. Por ejemplo, ¿las organizaciones optan por una plataforma de UC e integran un servicio de video independiente diferente? ¿O se centran más en la difusión por Internet porque necesitan compartir contenido con audiencias externas?
Cada organización es distinta y tiene diferentes necesidades. Una pequeña empresa tendrá objetivos diferentes a los de una gran empresa.
La influencia a largo plazo de la pandemia
En el futuro, el coronavirus podría tener un efecto duradero en las empresas. Después de que la crisis se aleje, algunas empresas podrían seguir utilizando las herramientas de videoconferencia como parte fundamental de su negocio diario.
Los usuarios y proveedores de videoconferencias deberían ver algunas disminuciones en el uso en comparación con las horas pico de tráfico registradas durante el brote. Pero la línea de base para el uso será mucho más alta que antes, dijo Irwin Lazar, analista de Nemertes Research.
«Creo que la videoconferencia llegó para quedarse», dijo. «Creo que el video se convertirá cada vez más en la norma y no en la excepción, acelerando una tendencia que hemos estado observando durante los últimos años».
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